Pimer capítulo del canal de podcast ARQUITECTURA DE OÍDAS realizado por AUDIOLAB para TABAKALERA.
- Título : Ateak – Puertas
- Idioma: Euskera
- Publicación: Octubre de 2014
- Guión: Xabier Erkizia
- Duración: 14 min
- Edición, mezcla y locución: Xabier Erkizia
- Grabaciones : Xabier Erkizia, Iñigo Telletxea
- Imágen: Asier Gogortza
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Escuchamos para confirmar aquello que vemos. Tal es la fuerza de la mirada que nos guía y la condición de nuestra escucha. Cuando relajamos, apagamos o dejamos atrás la mirada, nuestra comprensión genera curiosos efectos. Cada día y cada momento somos testigos y protagonistas inconscientes de este tipo de situaciones. Ocurre cada vez que giramos la cabeza o cerramos los ojos: Vivimos aquello que dejamos atrás, a través del sonido.
Dejamos atrás nuestros propios ruidos que desde el interior de nuestros vehículos no llegamos a escuchar, dejamos atrás los oídos del vecino, también quedan atrás los pequeños retazos de nuestras llamadas de teléfono, a priori privadas para nosotros, pero en realidad ruidos de otras vidas para los demás, dejamos atrás nuestros pasos, ordenes y sobre todo dejamos atrás muchas puertas.
Al cerrar una puerta, sucede que abandonamos hogares, oficinas o baños, en definitiva, lugares llenos de sonidos que nos gusten o no, eran nuestros pocos segundos antes. Seguimos el camino guiado por la mirada, convencidos de que cada portazo acalla nuestros ruidos. Cada paso que damos silencia nuestro paso anterior. Y el oído, siempre va por detrás, siempre va tarde.
Digamos que hablamos de Tabakalera, el edificio. Ya no hay puertas allí. Por lo menos no las puertas que hubo en su día. Cerraron todas para poder abrir nuevas. El viento no encuentra obstáculos, no puede ser corriente. Sin más, es. Y junto con las puertas, las salas de Tabakalera también dejaron de ser habitaciones para convertirse en nuevos espacios a los que algún día alguien pondrá puertas. ¿Al fin y al cabo no son los límites los que generan un espacio? ¿No son las puertas las que definen una habitación?
Cuando las puertas que Tabakalera tuvo durante décadas tenían todavía guardaban su carácter, cuando todavía se abrían y cerraban, realizamos largas sesiones de grabación dentro del edificio. Era el año 2008. Mediante este ejercicio que utilizando anglicismos actuales podríamos denominar oportunamente como Hauntológico, fuimos recopilando sonidos de un edificio casi vacío, vaciado, sabiendo que nunca más tendríamos la oportunidad de escuchar cada uno de aquellos sonidos que dejábamos atrás.
A través de estos, procuramos recoger aquello que aunque estaba delante de nuestra mirada ya había quedado atrás.
Grabamos puertas.